martes, 19 de febrero de 2013

Marset reedita la lámpara de pie Funiculí diseñada por Lluís Porqueras en 1979


Nos gusta hacer eco de esos buenos diseños que han estado durante mucho tiempo en el olvido, desaparecidos o arrinconados y que vuelven a cobrar protagonismo decorativo en forma de brillantes reediciones. Y esto es, precisamente, lo que ocurre con la lámpara Furniculí que el diseñador catalán Lluís Porqueras diseñara hace más de treinta años. Ahora, la firma Marset ha decidido reeditarla haciendo que recobre el protagonismo que se merece, otorgándole una nueva merecida segunda vida.


 Funiculí sigue siendo muy actual, tanto en sus formas puristas como en sus prestaciones. La idea de esta lámpara parte de los tradicionales modelos de trabajo, provistos de un brazo flexible. A Porqueras se le ocurrió liberar la pantalla y darle más movilidad. Como él mismo explica: “le añadí una tija curvada y unas pinzas para permitir el movimiento de sube y baja. De ahí el nombre de Funiculí, de la acción funicular de subir y bajar, como el funicular del Tibidabo de Barcelona”.



A este sencillo mecanismo de sube y baja, que permite al usuario adaptar la luz a sus necesidades, se suma que la pantalla ofrece una rotación de 360º para dirigir el haz de luz hacia donde se desee. Para evitar el contacto del metal con el suelo, Funiculí tiene una goma que recubre el contorno de su base y le añade estabilidad. La lámpara está disponible en cinco colores: blanco, beige, rojo, verde musgo y negro.

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