lunes, 17 de junio de 2013

Decorar paredes sin cuadros


Si no tienes la obra de arte perfecta para tu pared y te niegas a poner una lámina del montón, recurre a soluciones fáciles y económicas (y no por ello, menos decorativas), para llenar de vida una pared. Os mostramos varios ejemplos, todos muy “casuales”, con cierto aire de estudiada informalidad. Arriba, plafones de escayola pintados de amarillo. ¿Por qué no se nos había ocurrido antes?


No es una idea nueva, pero siempre resulta original porque permite múltiples composiciones. Los marcos sin obra los hemos visto pintados de blanco, de colores y ahora en ocres y amarillo. Una idea muy recomendable para un recibidor.


Las siempre recurrentes letras no dejan tampoco de sorprendernos agradablemente, pues son apuesta segura y con ellas logramos efectos muy decorativos. Jugar con las tipografías siempre da buen resultado.


Un coleccionista de relojes se cansó un día de reservar sus apreciadas piezas para nada y decidió exponerlas: desde relojes de colgar, de pared, caratulas antiguas o un modelo moderno… cuidadosamente dispuestos, ofrecen un aspecto muy decorativo.



 No podía faltar en nuestra selección una pared dedicada a la obra infantil de nuestros pequeños que, bien organizada, da vida y color a cualquier pared. Y además, ¡presumimos de hijos artistas!


A ver… no os agobies. También hemos encontrado esta caótica composición, casi sin ton ni son, pero que resulta muy divertida y decorativa: cuadros, fotos, dibujos y espejos, colocados sobre una pared de papel pintado, para que no nos falte de nada. La intención es lo que vale.

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